"Tal vez las pinturas y los dibujos son algo así como un montón de pequeños muñecos de vudú. Si las representaciones son formas de estructurar el mundo, hacer versiones de ellas y luego jugar con ellas puede ser una forma de afectar el mundo. Todo esto me sucede a través del tacto. - acción, velocidad (o falta de ella), los actos de construir, desarmar y reconstruir una versión material de una imagen. Cuando el tipo de pintura que hago funciona para mí, es realmente un proceso de búsqueda y construcción de un hogar. en imágenes y tratando de hacer un lugar en el mundo al hacer esto. Podemos elegir nuestras imágenes, podemos poseerlas de alguna manera, podemos alterarlas y reutilizarlas, y tratamos de sentirnos cómodos con ellas en nuestra vida real. ... Mientras tanto, las entidades sociales que nos están proporcionando estas cosas lo están haciendo con sus propios motivos y manipulaciones. Tocar, poseer, reelaborar y reinventar el mundo dado es como pienso en lo que es un cierto tipo de hacer a mano es todo. Hacer a mano es una política fuerte gesto ical para mí, incluso si es simplemente garabatear en un folleto durante una reunión. Es una forma de indexar los deseos y movimientos humanos reales, a menudo en respuesta a algo que tiende a hacer a un lado al ser humano real. No tengo idea de cómo podría funcionar mi trabajo para otros, pero en mi mente estoy promulgando estos procesos cada vez que trabajo." - Andreas Fischer


Cada una de las pinturas de Andreas Fischer es un enigma, que se presenta simultáneamente como un espejo, una ventana, una arena, como una forma de escape y una confrontación indexada con lo que él, el artista, y nosotros, sus espectadores, creemos que somos. Así también, las pinturas de Fischer presentan proposiciones, declaraciones, mensajes contradictorios, afirmaciones, disculpas y quizás lo más importante, una serie de preguntas abiertas. De esta manera, las pinturas de Fischer combinan lo metafórico, lo lírico y lo literal al representar las preguntas y luchas de lo que significa ser humano juntos, con y a través de la pintura.

"Maybe paintings and drawings are something like a bunch of little voodoo dolls. If representations are ways of structuring the world then to make versions of them and then mess with them can be a way of effecting the world. This all happens for me through touch - action, speed (or lack thereof), the acts of constructing, taking apart and re-constructing a material version of an image. When the kind of painting I do works for me it is really a process of searching for and building a home in images and trying to make a place in the world by doing this. We get to choose our images, we get to own them in some ways, we get to alter and repurpose them, and try to get comfortable with them in our real lives. All the while, the social entities that are supplying these things to us are doing it with their own motives and manipulations. Touching, owning, re- working, and re-inventing the given world is how I think of what a certain kind of hand making is all about. Hand making is a strong political gesture for me, even if it is just doodling on a handout during a meeting. It is a way of indexing real human desires and movements often in response to something that tends to push the real human aside. I have no idea how my work might function for others, but in my mind I am enacting these processes every time I work." - Andreas Fischer

Each of Andreas Fischer’s paintings is a conundrum, positing itself simultaneously as a mirror, a window, an arena, as a form of escape and an indexical confrontation with who he, the artist, and we, his viewers, think we are. So too, Fischer’s paintings put forth propositions, statements, mixed-messages, affirmations, apologies and perhaps most importantly, a series of open-ended questions. In this way, Fischer’s paintings combine the metaphorical, the lyrical and the literal as they enact the questions and struggles of what it means to be human together, with and through the medium of painting.